Como muchos sabréis, ¡los ratones nos vamos a Japón!
Nos habría gustado terminar los posts de la India antes del viaje, pero nos hemos dejado las fotos de la India en casa, así que habrá que esperar. A cambio, tenemos nuevo blog y las historias de la India y de Japón bien separadas en el menú.
Este viaje será bastante distinto al de la India. Primero, por la diferencia entre los dos países, que tienen poco o nada que ver, y segundo, porque este viaje nos lo paga la empresa casi todo, así que, al contrario que en la India, no iremos necesariamente a buscar lo más barato y a ahorrar cada yen, sino que nos permitiremos más caprichos.
Nos alojaremos en una variedad de hoteles y AirBnBs que cogimos con más de medio año de antelación. Los Japoneses preparan los viajes con mucha antelación, tanta, que incluso con ese margen, casi nos quedamos sin poder visitar alguno de nuestros destinos planeados porque no quedaba una sola habitación libre en toda la ciudad. Por suerte, nos apañamos.
Ana ha estado practicando japonés y está preparada para defenderse. Alberto, menos, pero se le da muy bien gesticular y hablar muy alto y muy despacio.
El primer obstáculo del viaje lo tuvimos varios meses antes de empezar. Dio la casualidad de que decidimos echar un vistazo a la reserva del avión online ¡y nos habían adelantado el primer vuelo dos horas y media! No es demasiado problema (solamente tendríamos que escapar del trabajo un poco antes), pero nunca nos llegó un email o un mensaje avisando del cambio. Si no nos fijamos, nos quedamos en tierra.
El segundo obstáculo también llegó bastante antes de empezar. Japón cambió su política de alojamientos vacacionales y, de un día para otro, todos los caseros de AirBnB se vieron obligados a comenzar trámites para conseguir una licencia de su ayuntamiento o cancelar las reservas. Nosotros perdimos una Kioto durante el Obon (básicamente el equivalente japonés a la navidad). Tuvimos la suerte de encontrar una alternativa, pero nos saló notablemente más cara.
Los caseros de las otras reservas que perdimos fueron más simpáticos y, tras un corto intercambio por e-mail, aceptaron cobrarnos en metálico y alquilarnos el piso de estrangis. Igual se parecen más a los españoles de lo que uno esperaría.
Estamos ahora a punto de coger nuestro primer avión (hacemos escala en Chicago). Si todo va bien, tocaremos Tokio a las 8:30pm del sábado, hora local.
Intentaremos actualizar el blog con cierta regularidad. ¡Esperamos que os entretenga!