Al despertarnos nos dirigimos hacia el punto de encuentro matutino, como será costumbre durante toda esta semana.
Una sensación de alegría nos envuelve cuando salimos del hotel, ha llovido a mares durante la noche y no hace tanto calor. Sigue lloviendo, pero mojarnos nos parece estupendamente refrescante.
Hoy llegamos diez minutos antes que ayer y conseguimos una mesa interior. Tras la reunión de las diez, decidimos estar juntos durante el día y utilizar la hora de comer para ver el templo de la literatura con un guía.
Mientras esperamos, Ana escribe y Alberto trabaja. Esto de ir de café en café es muy rico y relajante, pero bastante caro para los precios que se ven por aquí. Se puede comer en la calle por unos 30.000 dong (poco más de un euro) y en un restaurante por 75.000-120.000 (3,5-6€)… que es como el mismo rango de precios que encuentras por un té o un zumo en estas cafeterías. Eso sí, vienen completitos con fruta natural y decoraciones varias.
Después de ver el templo de la literatura, del cual hablamos en el post de ayer y donde aprendimos, entre otras cosas, que los vietnamitas usaban caracteres chinos hasta la colonización francesa, que se pasaron a los latinos, vamos de vuelta al centro. Estaremos en un café de por allí el resto del día, ya que vamos a la Opera House a ver un espectáculo a las seis.
Aquí tenéis algunas fotos del camino de vuelta:
Antes de decidir en que café pasar la tarde, nos acordamos de que no hemos comido. Decidimos probar este sitio de Bún Riêu Cua. Se supone que es una sopa de marisco, pero tiene de todo.
Una vez tenemos las tripitas llenas, vamos a un café donde hacen el mejor matcha que he probado en mucho tiempo.
A eso de las cinco y media salimos hacia la Opera House, el teatro, parándonos en la isla de Jade para que Alberto la visite. De camino al teatro encontramos gente jugando al Badminton en las aceras y un parque muy bonito.
En el teatro vimos un espectáculo muy bonito e impresionante llamado «My Village», estuvo muy bien, pero es una pena que no tuviera historia. Al final del espectáculo puedes hacerte una foto con los acróbatas-actores-bailarines.
Después del teatro nos dividimos en grupitos , nuestro grupito de seis se fue a un callejón secreto a cenar. El callejón da a unas escaleras de madera que, a su vez, te llevan a una especie de comedor, con banquetas y mesas de plástico.
Lo que comimos era otra sopa compuesta por misteriosos ingredientes, entro ellos feromonas de escarabajo macho. Con la sopa te daban otras cosas para echarle al gusto, una especie de churros, huevos de gallina sin poner (una vez matas a la gallina, pues lo que tiene dentro), trozos de carne variada y menta. Estaba rico, pero aún no hemos encontrado ninguna comida espectacular.
Después de esto tocaba ir de bares, como se hace típicamente en esta empresa. Aprovechamos para ducharnos en un plis plas antes de salir por ahí, que hoy haga menos calor por la lluvia no significa que no estemos sudando a mares, y menos yendo de sopa en sopa.
Estuvimos en dos bares y nos fuimos a dormir a eso de las tres. Es difícil irse antes con gente tan simpática. Va a ser difícil levantarse mañana, cabe recordar que esta gente trabaja.
Me encantan vuestros viajes!!
Cuando lleguéis a palma, explicarme que tipo de trabajo tienes Alberto.
Porque yo me apunto, a lo que sea😉