Montañas de mármol

El segundo día de la fancy week, Ana, junto a los otros +1 de los trabajadores de Expensify, se fue a visitar las montañas de mármol.

Expensify había organizado el tour que incluía: autobuses, guías, entradas a las montañas de mármol y al museo Cham de Danang y la comida de medio día.

Nada más subir al autobús, conocimos al mejor guía que habíamos tenido hasta la fecha. Era un señor vietnamita de mediana edad, muy anticomunista. Fue muy interesante escucharlo hablar en los trayectos de ida y vuelta. Nos explicó muchísimas cosas muy interesantes y bien razonadas.

Como todos sabéis (o no), Vietnam es un país comunista. En teoría, el país debería intentar proporcionar servicios básicos a todos los ciudadanos por igual, especialmente educación y sanidad.
La sanidad era gratuita para todos los ciudadanos hasta 1995, entonces se cambió la ley. La sanidad actual sólo cubre a niños hasta los ocho años de edad y a las mujeres durante el parto. El padre de nuestro guía solía trabajar para el gobierno, parece ser que si trabajaste o trabajas para el gobierno, la sanidad para ti y tu mujer es gratuita, pero no para tus hijos.
En cuanto a la educación, el preescolar, la educación secundaria, el bachiller y la universidad son completamente de pago. El gobierno no financia nada, sólo ofrece educación primaria gratuita. Parece ser que en uno o dos años, el gobierno va a ofrecer educación secundaria gratuita. Nuestro guía estaba muy contento al respecto, puesto que su hija tiene tres años y, con suerte, aunque se retrase la propuesta, seguramente a ella le llegue.

El guía nos contaba que en el colegio te enseñan que el comunismo es maravilloso, pero que si intentas estudiar un poco más y leer te das cuenta de que es una mierda y no funciona. Pero no puede decir eso en público, por eso nos lo contaba en el bus. Dice que hay gente muy muy rica y muy muy pobre, y que el sistema político es muy injusto (como ya mencionamos en uno de nuestros post anteriores). Además, hay según que reglas que se aplican a la mayoría de ciudadanos que probablemente no se apliquen a los más ricos. Por ejemplo, los vietnamitas de a pie no pueden nadar en la playa de Danang. De hecho, la mayoría de vietnamitas no saben nadar porque tienen prohibido bañarse en la mayoría de playas; tampoco les está permitido entrar en casinos o casas de apuestas, a no ser que trabajen allí.
Además, no pueden conseguir visados o pasaporte para según qué viajes. Normalmente, no hay problema si quieren viajar a otros países de Asia, pero América está fuera del mapa si tienen menos de 65 años. Si ya están jubilados, aunque respondan en la ESTA (visa electronica para Estados Unidos) que son comunistas y han participado activamente con el gobierno comunista, les dan el visado. Sin embargo, si están en edad de trabajar es imposible para ellos ir allí. Él tiene una hermana en Estados Unidos que consiguió irse de Vietnam hace años y no conoce ni a sus sobrinos, solo por Skype. Su padre, en cambio, no tiene problema para ir de visita cada año.
Como dato curioso, si consigues visitar 5 o 6 países, incluyendo alguno que no sea de Asia, tal vez te den el visado. Esa es su esperanza, pero dice que viajar fuera de los países colindantes es muy caro para lo que se cobra en Vietnam. Él se siente muy afortunado de que sus padres tuvieran el dinero para mandarle a la universidad.

Tras unos 30 minutos en coche desde nuestro maravilloso hotel, llegamos a las montañas de mármol. Las montañas en sí no son montañas altísimas, como las que podemos encontrar en los Pirineos. Son más bien colinas altas y escarpadas. Están mayoritariamente hechas de piedra caliza y mármol y las cinco que se conservan están cubiertas de vegetación. Inicialmente había un mayor número de montañas de mármol agrupadas en la zona (a 9 km al sur de Danang), pero sólo cinco están protegidas (las de agua, fuego, tierra, madera y metal), ya que tenían un templo o una pagoda construidos en ellas. El resto se han aprovechado para extraer mármol y piedra caliza, por eso se pueden ver muchas tiendas y artesanos de mármol en la zona.

Vista de otras montañas de mármol desde la cima de la montaña de agua

Nosotros sólo visitamos una de las montañas, la de agua. Para acceder a los templos, que se encuentran en la cima, cogemos un ascensor de lo más moderno. En la cima encontramos un conjunto de templos, cuevas y túneles. Nuestro guía nos cuenta que hay túneles que llevan desde la cima hasta la base, algunos de ellos por descubrir. El apogeo de estos túneles se dio durante la guerra de Vietnam. Miembros del Viet Cong se resistían en la cima, donde además se instauró un hospital para cuidar a los heridos. Los lugareños se movían por las montañas de noche, mientras los soldados enemigos morían debido a las picaduras de serpientes, insectos, y los golpes de calor. Hoy en día, al visitar los templos se pueden aún ver agujeros de balas en algunos muros.

Túnel visto desde arriba

Los templos y los santuarios de las cuevas son budistas. Muchos fieles acuden a éstos en busca de consuelo espiritual. Algunos monjes, encargados del cuidado de estos templos, viven en la cima. Como dato curioso, un 55% de la población es budista, pero sólo un 12% lo declara. Al parecer tu religión aparece en tu DNI o algo así, pero el budismo como religión está prohibido. En teoría en Vietnam sólo puedes ser budista porque te gusta el estilo de vida que promueve. Por esto, mucha gente lo rechaza de cara al público y lo practica sólo en su casa.

Las decoraciones de colores están hechas con cristales de botellas
Pagoda

Los templos han sido restaurados con el tiempo, y las representaciones y figuras de las cuevas son completamente nuevas pese a lo que pueda parecer. Como dato curioso, los extranjeros no tenían acceso a las montañas hace 10 años.

Pared de cemento
Estatuas en una de las cuevas
Estatua de Kannon

En la montaña se pueden encontrar tres tipos de representaciones de Buda, el futuro, el pasado y el presente. Se diferencian por la representación de sus manos.

Además también se pueden ver otras escenas de la vida y la iluminación de buda.

Una vez concluida la visita, nos paramos en una tienda de figuras de mármol. No vemos como trabajan el mármol, así que no hay mucho que decir al respecto.

La siguiente parada es el museo Cham de Danang. Antes de entrar, nos explican que la dinastía Cham (los champa de los que hablábamos en este post) eran originarios de la Polinesia y se establecieron en lo que hoy conocemos como Vietnam antes de que los actuales vietnamitas constituyeran lo que hoy se conoce como Vietnam. Por lo visto, había varios reinos Cham a lo largo de la costa este de indochina. Los distintos reyes luchaban unos con otros, así que cuando los vietnamitas empezaron su invasión, lo tuvieron sencillo debido a la división de fuerzas por parte de los champa. La conquista del territorio Cham llevo muchos años, empezando al norte y progresando hacia el sur por la costa. Cada una de las grandes ciudades que existen hoy en la costa se corresponden con la capital de un reino Cham. Danang es una de estas ciudades. Antes de completar la conquista del territorio Cham, hubo algunos intentos de alianzas, pero el choque cultural entre las dos civilizaciones las hizo fracasar.

Al entrar en el museo, no nos cuentan mucho, así que es útil haber visitado Mỹ Sơn antes de venir aquí. Nos dan menos de una hora para ver el museo entero, que por suerte no es muy grande. El museo tiene principalmente información sobre distintas esculturas champa de sitios arqueológicos de todo el país. Aquí os dejo con algunas fotos que tomé e información recopilada del museo:

Antes de regresar al hotel, almorzamos y tuvimos la oportunidad de ver el puente dragon de Danang. Como dato curioso, dicho puente echa fuego una vez al día por la noche.